Caminante, no hay camino ....
Quizás
Quizás cuando uando sepa que es un “Post”,
quiera saberlo o este preparado para saberlo.
De momento me
limito a mirar. Aprendo a mirar. Me esfuerzo y fatigo espejos que devuelvan
unos ojos reconocibles.
El tiempo único
juez implacable, benévolo me regala premios que no he ganado.
Me habla y me
corrige, me dice que verdean y clarean.
Y el pelo.
Me dice que el
pelo no es importante, que en él solo se fijan los tibios, y otros que se
afanan en no perderlo.
El tiempo se
manifiesta en aquellos que te ayudan a consumirlo. Cuanto más se quema y más
duele más roja es la rosa, mejor arde el tigre.
El papel que
recrea el escenario desconoce las posibilidades.
Cada pliegue
suscita el azar
El buñuelo abraza
un dado.
Cuando enfrento
la hoja en blanco imagino esa hoja sucia de rastros y pisadas y me pregunto
quien poso y dejo su huella, donde continúa, hacia donde se dirige.
No sé si se puede
aprender a mirar, si es más complicado percibir, asir o ser percibido.
Ver.
Mis ojos abruman
las miradas de otros.
Estoy aquí, lo
mismo soy, existo
El fuselaje del
ala del avión resbala que no penetra la blanca nube.
Y quien es la
nube.
No lo veo.
Pero se
despierta, desayuna, orina, toma café y considera que lo que soñó era lo
correcto.
La nube sueña con
no despertar de su insomnio.
Eran las 13
horas. Me encontraba en la plaza del lugar, cansado tras 30 kilómetros de
soledad, calor, camino adusto y resabiado.
Si solo ves un
paso más, si el final solo es el siguiente paso que des, si el objetivo no esta
muy claro, si solo buscas pero no sabes qué, si encuentras una fuente y solo
oyes los sorbos de los que bebieron, si tus manos fusilan las manos de los que
tuvieron sed, si la gota que revienta contra el suelo abriga tantas fatigas……
…………… Que decir.
La fuente dejo de
manar, mi sed se sacio, el camino no tenia pinta de cambiar, yo solo lo
transito. Ya estaba puesto.
Todo estaba
cerrado, bares, iglesia, ayuntamiento.
Solo podía mirar
al horizonte, calor inmisericorde, andar, caminar, un paso al que seguía otro,
sencillo, o no.
Nunca me he
preguntado porque a un paso le sigue otro. Voluntad. ¿De cual paso?.
Cual de ellos
rige el siguiente, calor, solo imagino pisadas que otros dieron antes que yo,
veo fantasmas y una fila que significa el camino que patea renglones de arena,
les veo tirar migas de recuerdos y de esperanzas, yo les sigo, no consigo dejar
una huella nueva.
Cuando creo haber
posado mi bota en territorio ignoto me solivianta un eco de suela gastada,
castigada, que navegó todas las direcciones hasta sentarse, callar, escuchar
que anochecía, y saber que mañana no estaría, que otro lo apartaría de una
patada porque estaba en medio.
Un perro y tras
el un dueño.
“ No molestes al
señor ”
El albergue.
Un teléfono, un
número que memorizo.
La mano al
bolsillo, saco el móvil, lo marco.
“ Espérame en la
puerta del ayuntamiento”
“ Como ha
conseguido llegar “
“ Me trajeron “.
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